miércoles, 24 de enero de 2018

"Los dedos del puente"


Hace  ya unos años, en uno de mis paseos por el puente de Alcántara, mientras fotografiaba las placas talladas del arco honorífico, que se alza en la mitad del puente, pude observar un detalle que me llamó mucho la atención, me di cuenta que el puente de Alcántara tenía dedos. Unos dedos muy bien hechos, con su uña y todo, que tienen la labor de sujetar, a modo de escarpia, las placas conmemorativas que están a ambos lados del arco.

Sentí curiosidad por saber más de esas originales escarpias, y ha sido hace poco cuando di con un artículo de la Real Academia de la Historia que relata los estudios que se realizaron sobre restauraciones del puente después de 1850, donde se hicieron descubrimientos al respecto.

Os muestro el artículo completo y la foto de la escarpia que lo acompaña.









Cronología: 103-106 d.C.
Dimensiones: 2,5 x 8,5 cm.
Procedencia: Puente de Alcántara,Cáceres


Fotografía que acompaña el articulo adjunto de la RAH.




Escarpia en forma de dedo del Puente de Alcántara 

El Puente de Alcántara es una de las obras más soberbias de arquitectura romana. Desde su construcción en tiempos del emperador Trajano, entre el 103 y el 106 de la Era, siempre ha llamado la atención, en especial a partir del Renacimiento, pues lo documentan humanistas y estudiosos como Florián de Ocampo, Ambrosio de Morales, Bernard de Montfaucon, Enrique Flórez o Alejandro de Laborde.

Pero las guerras y avatares del tiempo lo habían dañado y ya tuvo que ser restaurado por Carlos V. En 1852, el arquitecto Agustín Felipe Peiró hizo un informe para la Academia sobre su estado de conservación y de nuevo en 1858 el ingeniero Luis Villanueva informa sobre la historia y estado del Puente, enviando a la Academia calcos de las inscripciones.

Poco después, en 1859, las obras se encargaban al ingeniero Alejandro Millán bajo un estricto control de la Real Academia de la Historia, a la que hizo llegar las grapas de madera y plomo aparecidas entre los bloques de granito del Puente, unos curiosos moldes en azufre fundido de las inscripciones árabes grabadas sobre las lápidas romanas y una escarpia de bronce en forma de dedo humano.

La escarpia es de forma triangular plana en la parte embutida, mientras que el pernio que sujetaba la placa de mármol de la inscripción representa un dedo humano. Pegada a ella, ofrece la masa de plomo fundido empleada para su fijación. Esta escarpia se había conservado en el pilar meridional del arco honorario levantado en el centro del Puente para sujetar una famosa lápida, hoy ilegible, recogida en el Corpus lnscriptionumLatinarum 11, nº- 760, que refería los municipios romanos que habían costeado la obra y que era de mármol por la dificultad de labrar con finura el granito empleado en la construcción del Puente.

La Real Academia de la Historia prosiguió hasta 1868 sus esfuerzos para lograr la total restauración del monumento, incluido el arco, redactando las lápidas conmemorativas del evento, entre las que se incluyó la reproducción de la inscripción romana mencionada, que actualmente puede verse en el lado oriental del arco honorífico.


Biblíografía: Sobre el Puente de Alcántara y la ubicación de sus inscripciones, LizGuirol, J., 1988, p.90 ss. Sobre la restauración, Celestino, J. y Celestino, S., 2000, pp.69-77.

Texto procedente del Catálogo de la exposición Tesoros de la Real Academia de la Historia. 2001. Ficha escrita por Martín Almagro Gorbea


A continuación os muestro las fotos que saqué durante aquel paseo en el puente y donde se aprecian las escarpias sujetando las placas.













Fotos: Antonio Jesús Pérez Toranzo